
Proteccionismo
El proteccionismo es otra corriente que pretende favorecer la producción y el empleo internos utilizando el alza de los aranceles y la aplicación de medidas para-arancelarias, aun llegando hasta cierto control cambiario y de las compras estatales, como se planteó en E.U. con las adquisiciones de hierro y acero para las inversiones en infraestructura. Se da en las etapas históricas de contracción cuando las naciones se enfrentan por controlar los consumidores y atraer el empleo, que con frecuencia conduce a peligrosas guerras por los mercados.

Liberalismo
El liberalismo, conocido como 'la apertura', es una baja general de aranceles. Esta corriente se respalda en el axioma: que es lo conveniente para los consumidores, porque acerca los precios a los costos de producción, estimulando el comercio internacional siendo favorable para todos, siempre y cuando haya gran competencia. Está conceptualmente basado en los aportes de David Ricardo, en especial lo relativo a las ventajas de la especialización y la división internacional del trabajo. Y tiene lugar por las economías de escala, pero en la vida real, también resultó favorable a la especulación y la concentración.
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Referencias
Casa Editorial El Tiempo. (s. f.). Librecambismo y proteccionismo. Recuperado 26 de noviembre de 2021, de https://www.portafolio.co/opinion/santiago-araoz-fraser/librecambismo-proteccionismo-153710
